La realidad es aquello que nos lleva a engaño y que, precisamente por eso, podemos comprender exactamente tal y como es. Nuestro pensamiento es parte de la realidad, es algo en sí mismo, como lo son nuestros sentimientos
Con el tiempo, (...) surge el sentimiento de que la vida no es, como a menudo parece, una colisión aleatoria de voluntades y deseos en conflicto, sino una gran sinfonía orquestada de destinos mutuamente entrelazados en la que cada uno de nosotros es en potencia uno de sus protagonistas más importantes.