martes, 28 de enero de 2020

Emergiendo tras el velo (O26)

Crecer en la vida era un asunto de traspasar límites personales: descubrir capacidades que uno creía no poseer.


Giocona Belli

Yendo

Del laberinto del lenguaje no hay posibilidad de salida.

Rafael Echeverría
                                                                                                                             





domingo, 12 de enero de 2020

SOSyego

¿Dónde está 'mi' casa?

¿quién es el 'yo' que la habita?

¿cómo se habita el yo? ¿cómo habito mi casa?

Así como mi ego, 
mi casa es un lugar dónde aquello innombrable que soy toma forma, 
se conforma, 
se produce, 
se recrea, 
se contiene y se sostiene.

Mi casa es un espacio-tiempo donde me dejo ser 
este misterio 
en el centro del mundo.

Hoy, ¿qué forma toma mi ego?
¿mi casa? 
¿sería posible identificarla, 
revelarla, 
descodificarla, 
descubrirla,... 
describirla 
o acaso dibujarla?

Únicamente, quizás, al observar desde la ausencia. 
Sin focos, sin proyector, sin objeto... 
si tratara de nombrarla quizás ya sería otra casa u otra cosa. 
Se parece al camaleón, 
que desaparece, 
en el árbol o en la rama. 
Al animal, a la
célula, al viento... 
al río en su cauce o al mar. 
Vivo en las estrellas. 
Literalmente me habitan. 
Me encuentro sumergido en ellas, eso sí, con los pies
en la tierra... o no

Está mi casa 
en un lugar 
o en un tiempo, 
donde encuentro espacio, 
y me recojo, 
y me respiro 
y me siento. 

Ahí, 
allí, 
aquí, 
me dejo ser
y permanecer 
sin necesidad de dar cuentas: 
el aire me recorre, 
me toma, 
me
suelta, 

me vuelve a tomar...

Mi hogar se encuentra en un tiempo
donde descanso de ser yo
y me respiro 
y me escucho
y me apropio de un rincón de este mundo,
para
estar conmigo 

o contigo:

con las estrellas... 

a solas