Si podemos simplemente destruir esta vanidad que hay en nosotros, si podemos realmente llegar a saber que la máquina está real y verdaderamente dormida, podremos ser capaces de despertarla.
Usando las sensaciones de la máquina, intentaremos percibir nuestra inmersión en el sueño de la máquina, aunque nuestro aparato mental se mienta a sí mismo y a nosotros, de que parece que estamos despiertos, de que tenemos volición, voluntad propia.
E J Gold
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