sigue ordenadamente una pauta,
obedece a un dictado,
interpreta concienzudamente la vida.
Siempre nos dice algo
sabroso y repentino
sobre la realidad que examina.
Tiene rigor de axioma,
pero no sólo es eso,
deduce sin titubear,
no vacila como la claudicante razón,
menesterosa, torpe, indecisa.
Carlos Bousoño
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