lunes, 1 de abril de 2013

Los tiempos del corazón

-Buenos días- dijo el principito.
-Buenos días- dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacan la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
-¿Por qué vendes eso? -dijo el principito-.
-Es una gran economía de tiempo -dijo el mercader-. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
Y, ¿qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
-Se hace lo que se quiere...
<Yo, se dijo el principito, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría suavemente hacia una fuente...>


Antoine de Saint-Exupéry

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