martes, 26 de enero de 2016

Mil y Una Gracias derramando

Asociamos habitualmente la acción a carencia: actuamos porque buscamos algo, porque nos orientamos hacia un resultado del que en el presente carecemos. El sentido de la acción radica en dicho logro futuro, y decimos, por tanto, que la acción es estrictamente un medio. Pero hay acciones que no responden a una carencia. Estamos contentos y bailamos. ¿Por qué bailamos? No es esta una acción instrumental, sino una plenitud que se derrama, que, siendo completa en sí misma, siente el impulso de expresarse gratuitamente creando nuevas formas. O bien, nos sentimos inspirados: una sensación, una emoción, una idea, una imagen o un ritmo nos posee. Y cuando esta idea inspirada satura completamente nuestro interior, se expresa como canción o como poema. Al igual que cuando el aire se satura de vapor de agua llueve, la idea inspirada nos penetra y nos satura y, en ese punto de condensación, comienza a llover en nosotros la canción o la poesía. De nuevo, una plenitud que se derrama. Y se crean nuevas formas que no pretenden completar un estado previo, pues no había una previa carencia, sino una plenitud. La plenitud que sentimos es completa en su nivel, si bien es propio de su dinámica interna manifestarse creativamente en nuevas formas en otro plano de realidad.


Mónica Cavallé

No hay comentarios:

Publicar un comentario