sábado, 30 de enero de 2016

Paladear el mundo

... cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella entre los labios y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mi, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos.

Bohumil Hrabal

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